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La fase de prueba es una fase esencial en todo procedimiento judicial, ya que a través de los medios de prueba el juez o el tribunal llega al convencimiento de la verdad o falsedad de los hechos alegados por las partes en el proceso.
La prueba pericial es un medio de prueba de acuerdo con la Ley de Enjuiciamiento Civil. Entre las pruebas periciales nos encontramos la pericial contable, económica y/o financiera.
La prueba pericial contable es la que se basa exclusivamente en cuestiones contables y por ello se suele realizar sobre contabilidades y cuentas anuales, libros contables o estados financieros de los cuales la prueba deriva.
La prueba pericial de índole económica va más allá que la mera prueba contable en el sentido de que no sólo requiere el examen de libros y/o documentos contables y su análisis aplicando unos conocimientos profesionales, sino que es más compleja, ya que requiere en ocasiones establecer cálculos, hipótesis y estimaciones referidas a cuestiones micro o macro económicas sobre bases científicas o técnicas, para conducir a unas conclusiones acerca de los hechos discutidos en el juicio.
Por ejemplo, en ocasiones el perito puede ser requerido para establecer el valor de una unidad productiva o un negocio concreto, y para ello en su dictamen habrá de detallar los diversos métodos de cálculo existentes en la doctrina para determinar este valor y la razón por la que ha decidido aplicar uno de ellos frente al resto, y desarrollar el cálculo concreto conforme al método científico elegido.
Entre las periciales en el ámbito del derecho civil podemos destacar el cálculo de indemnizaciones por lucro cesante y daño emergente; cálculo de las deudas en relaciones contractuales complejas; indemnizaciones derivadas del contrato de agencia; opinión de experto contable, financiero y económico respecto de relaciones o hechos concretos.
Por otro lado, entre las periciales en el ámbito mercantil nos encontramos: verificación pericial de registros contables para determinar su corrección y su adecuación a la normativa contable en caso de impugnaciones de cuentas, reparto de dividendos, separación de socios, etc.; valoración de daños y perjuicios por responsabilidades de administradores; daño emergente y lucro cesante relativo a patentes y marcas, competencia desleal, etc.